¡CUIDADO: LAS ORUGAS PROCESIONARIAS YA ESTÁN AQUÍ!
Con la llegada de temperaturas cálidas llegan las temidas procesionarias: una plaga que puede llegar a dañar seriamente la salud de nuestras mascotas.
¿ DE DÓNDE SALEN LAS ORUGAS?
Las polillas adultas emergen de las pupas finales del verano. Viven por un promedio de tres días, tiempo durante el cual se aparean y ponen sus huevos en los pinos, generalmente en las ramas mas altas. Los huevos pasan el invierno en los árboles, y las larvas (orugas) emergen la primavera siguiente. Habitualmente la aparición de las orugas comienza entre mediados y finales de abril , pero debido al cambio climático y el aumento de las temperaturas, puede ser tan temprano como finales de febrero o principios de marzo.
A medida que crecen, las orugas, descienden más abajo en los árboles para alimentarse y construir sus nidos. En este momento es también cuando se desarrollan los pelos irritantes que producen los problemas de salud en nuestras mascotas.
¿QUÉ LE PUEDE PASAR A MI MASCOTA SI ESTÁ EN CONTACTO CON UNA ORUGA?
El peligro de las orugas procesionarias radica en los largos pelos que recubren su cuerpo ya que son urticantes y no es necesario el contacto directo: cuando se sienten amenazadas pueden lanzar sus pelos sedosos al aire generando irritaciones y alergias a nuestra mascota (y también a las personas).
El contacto de la procesionaria con la piel del perro o del gato desencadena una dermatitis irritativa y urticante en la zona de contacto. La reacción inflamatoria se prolonga a causa de la capacidad que tienen los pelos urticantes de permanecer clavados en la zona mucocutánea. En el caso de que el perro haya lamido o comido la oruga hay un riesgo mayor, ya que la sustancia urticante de la oruga es tan toxica que puede llegar a provocar la pérdida de parte de la lengua por necrosis e incluso la asfixia del animal al pasar por la laringe debido a la inflamación que produce.
¿CÓMO DEBO ACTUAR SI MI MASCOTA ESTÁ EN CONTACTO CON UNA ORUGA PROCESIONARIA?
Se trata de una situación de urgencia pues el tiempo que tardemos en actuar será clave para minimizar los daños en su salud. Por ello, es vital acudir al veterinario más cercano a la mayor brevedad. Si nos encontramos lejos, y mientras llegamos , debemos aclarar todas las zonas que hayan estado en contacto con la oruga con agua templada, sin frotar las mismas ya que los pelos se pueden clavar y producir mayor reacción.
Recuerda evitar pasear por zonas con pinos y estar atentos a la presencia de las orugas, ya que una vez que descienden pueden encontrase incluso en las aceras.
<<Nosotros cuidamos de cuerpo, ellos de nuestro alma>>